La Nutella me puede, me encanta, es la mejor merienda que me pueden dar. Tenía ya ganas de comerla otra vez, y la sensación de meterme esa jugosa crema en la boca ha sido magnífica, sin que suene mal. Cojo el cuchillo y unto un poco de Nutella en un pequeño trozo de pan, me ha sabido a gloria. No he podido resistirme y al final he partido otro trozo. Esta vez la rica crema de avellanas cubría todo el pan, y he notado cómo mi cuerpo se llenaba de un frío placer. ¿Será cierto eso que dicen del chocolate? No lo sé, pero en ese caso, la merienda de esta tarde me ha encantado. Ojalá pudiera comerla todos los días, pero después me arrepentiría mucho, porque lo notaría a la hora de ponerme los pantalones.
Maldita Nutella, eres demasiado buena para ser real, qué buenas estás JODER :|
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